Recibo frecuentemente mensajes de Colegas. Preguntan sobre la posibilidad de desarrollo de dispositivos que escuchen una consulta médica y con participación de IA este “realice” el reporte médico.

Desconozco el porcentaje de renuencia en escribir reportes médicos, pero percibo que pueden ser no pocos. Lo que buscan podría romper parte de la propedéutica para hacer un trabajo correcto. Pueden estar buscando programas que casi los exima de saber medicina y al mismo tiempo estar protegidos con una cédula profesional.

Veo en los sistemas de búsqueda ofertas de “No pierda tiempo con el expediente”, “ese tiempo dedíquelo al paciente”. “Nuestro software se hace cargo de lo demás”.

Quienes ofertan esto seguramente son profesionales de la informática que no son médicos. 

Podemos analizar lo anterior desde tres ángulos: clínico, cultural/profesional y tecnológico.

1. Angulo Clínico

  • La propedéutica médica (interrogatorio, exploración física, síntesis en un reporte) no es solo un trámite, es el núcleo de la práctica médica. Es lo que obliga al médico a pensar, integrar información y tomar decisiones.
  • Si un reporte es generado automáticamente sin pasar por ese proceso, el riesgo es que se convierta en un registro plano y acrítico, más cercano a una transcripción que a un juicio clínico.
  • Al querer que “la IA lo haga todo”, algunos médicos inconscientemente están cediendo la responsabilidad clínica: si no redactan, no piensan, y si no piensan, dependen del software.

2. Angulo cultural y profesional

  • Hay una tendencia creciente a ver la documentación como carga administrativa más que como parte del acto médico.
  • Esta percepción puede venir de tres fuentes:
    1. Institucional: expedientes rígidos que se sienten diseñados para auditoría y no para ayudar al médico.
    2. Formativa: generaciones de médicos que tal vez no recibieron un entrenamiento fuerte en redacción clínica, porque siempre había formatos preestablecidos.
    3. Pragmática: la presión asistencial es tan grande que escribir se percibe como un acto de menor rango.
  • Esto genera esta renuencia: el deseo de un “atajo” que los libere de lo que ven como burocracia, aunque en el fondo estén abandonando parte del razonamiento clínico.

3. Angulo tecnológico

  • Hoy existen sistemas de dictado automático y speech-to-text que convierten la voz del médico en texto. Muchos piensan: “si me escucha la IA, yo no pierdo tiempo”.
  • Pero hay una diferencia enorme entre dictado (transcribir lo que el médico dice) y automatización acrítica (un bot que arma un reporte sin filtro humano).
  • El problema es que muchos colegas esperan lo segundo, lo cual rompe con la esencia de la medicina: observar, razonar, integrar.

Observaciones Generales

La búsqueda de programas que casi exime de saber medicina es real: la tecnología puede volverse un espejo de nuestras carencias formativas y de la sobrecarga asistencial.

“Como desarrollador y programador estoy a favor de la tecnología.”

La Medicina es arte y es ciencia: no tiene atajos

Un buen reporte requiere el tiempo que sea necesario.

Los pacientes requieren tiempo, entre ello también el tiempo de documentación.

AESKVLAPIVS

  • Aligera la carga administrativa (formularios inteligentes, autocompletado, cálculo automático de scores, etc).
  • Pero también se debe recordar al médico que el acto clínico requiere pensar. El software no puede —ni debe— sustituir la mente clínica, pero se debe evitar pensar que con formularios simples y rápidos se piensa mejor.

Dr. Víctor Sánchez

Autor BackEnd /AESKVLAPIVS